Las familias se han reunido a lo largo de los siglos alrededor del calor del fuego, para encontrarse y compartir: “Lo Foc” en las antiguas masías. Recuperamos el concepto que tan bien define nuestra bodega y finca: un lugar de encuentro donde reunirse, compartir y disfrutar.
Los cantos rodados del río son testigos del despertar tardío de las viñas más viejas. Su sabiduría esquiva las heladas primaverales y continúa creciendo en un equilibrio donde se reduce nuestra intervención.
A lo alto de la colina, las profundas raíces de las viñas viejas buscan el agua escurridiza. Una cosecha que se hizo esperar, ya que es preciada no solo por nosotros. Un vecino que habita los bosques circundantes siempre se adelanta, el jabalí.
Al pie de una vieja Masía, la fría arcilla sostiene el despertar de las primeras plantas. La savia comienza a circular por sus troncos hasta derramarse por los cortes de la poda que despiden la campaña anterior. A este fenómeno le llamamos «Lloro».
El sinuoso camino de los árboles frutales nos presenta «las Tres Hermanas». Tres parcelas escalonadas en una suave ladera que orquestan un único viñedo. La pequeña diferencia de altitud hacen que cada posea su propio carácter.
®Mas de Llucia - Todos los derechos reservados 2023